La Ley Karin, vigente desde el 1 de agosto de 2024, marca un hito en la lucha contra el acoso laboral, sexual y la violencia en el trabajo, destacándose por establecer 18 conductas específicas que serán objeto de sanción. Este marco legal revoluciona la gestión de estos problemas al enfocarse en la prevención y tratamiento desde una perspectiva social y organizacional, en lugar de centrarse únicamente en los individuos.

Entre las conductas sancionables se incluyen acciones como la descalificación, el aislamiento, la sobrecarga de trabajo y el abuso de autoridad. La Superintendencia de Seguridad Social, mediante la circular N° 3813, destaca que estas conductas no deben ser vistas como problemas individuales de carácter moral o psicológico, sino como resultados de un entorno laboral que necesita ser revisado y mejorado. Esta visión impulsa a las organizaciones a implementar el cuestionario CEAL-SM, herramienta clave para identificar y prevenir riesgos psicosociales.

El enfoque innovador de la Ley Karin reside en su capacidad para considerar estos fenómenos como intrínsecamente ligados a la cultura y estructura organizacional, promoviendo cambios que van más allá de la simple sanción individual. Así, se busca crear ambientes laborales más seguros y equitativos, donde se valoren la confianza y la colaboración.

Esta normativa supone un cambio de paradigma significativo, obligando a las empresas a reflexionar sobre sus prácticas internas y a fomentar un entorno de trabajo que priorice el bienestar de sus empleados. En definitiva, la Ley Karin no solo castiga el acoso y la violencia, sino que también promueve una transformación profunda en la gestión del ambiente laboral en Chile.